domingo, 20 de marzo de 2011

18-mar.- Bon jour !!!

Unas 500 veces tuvimos que repetir el saludo “Bon jour” durante los más de 80 kilómetros recorridos, atravesando desiertos, palmerales y pequeñas aldeas hasta llegar a nuestro destino, Zagora.

La noche anterior nos habíamos ido pronto a la cama (perdón, a aquella cosa con forma de cama), por lo que no tuvimos problemas en despertarnos antes de las ocho para comenzar nuestra ruta.

Karima, una educada y preciosa chiquilla de poco más de trece o catorce años, nos preparó un desayuno fabuloso en la terraza superior de la riad. Huevos a la piedra, café, té y unas estupendas tortitas tipo crêpes con mantequilla y mermeladas,… Todo un lujo teniendo en cuenta que estábamos en una especie de oasis en el desierto.




Iniciamos nuestra ruta después de despedirnos de Hassan, Karima y el grupo de franceses. La primera parte del recorrido transcurrió por buenos caminos de tierra que atravesaban pueblos más o menos grandes, con sus teleboutiques y todo. Como os podéis imaginar, estas teleboutiques no dejaban de ser pequeños cuchitriles donde se podía uno encontrar de todo, al estilo de las tienduchas que todos hemos conocido en algunos pueblos de España retrocediendo veinte o treinta años.
Aún no había pasado una hora de bici cuando nos vimos pedaleando por una zona preciosa, absolutamente despoblada.

El camino, bastante bien marcado, era una auténtica alfombra de piedrecillas de pequeño tamaño suficientemente compactas como para que circular con las bicis fuera una auténtica delicia. A nuestro alrededor, un páramo desértico con tonalidades que cambiaban constantemente del ocre al gris, rojo, e incluso al verde. Un verde que debía ser de origen mineral porque el único signo de vida vegetal que se veía eran unos árboles de mediano tamaño, de esos con la copa absolutamente plana que todos hemos visto en los documentales del National Geographic. …vamos, casi se nos olvidaba que esto es África.


Después de subir una pequeña colina, atravesamos perpendicularmente una carretera y nos introdujimos claramente en el valle del Draa, dirección sur. A nuestra izquierda, las montañas; a nuestra derecha, un inmenso palmeral que flanqueaba un río Draa que apenas se dejaba ver debido a la espesura de aquél. Más allá debía estar la carretera que nunca llegamos a ver.
Durante los siguientes quince o veinte kilómetros no dejamos de atravesar pequeñas aldeas construidas íntegramente con barro. A cada paso, señores en burro, mujeres con cestas de paja y niños ociando que echaban a correr a nuestro encuentro en cuanto nos veían.
   -Bon Jour!
   -Bon Jour. Ça va?
   -Bien. Un stylo, monsieur? Un bombon?
… y así, cada tres o cuatro kilómetros, una aldea de éstas.


Después empezó el martirio de las piedras. El terreno cambiaba constantemente y las piedras pasaron a protagonizar toda esa zona intermedia del recorrido, lo cual era un suplicio tanto para nosotros como para nuestras monturas y sus alforjas. A pesar de todo -Ángel- las bicis están aguantando perfectamente y, hasta el momento, las cubiertas de oferta y las cintas de kevlar están haciendo su efecto porque todavía no hemos sufrido ningún pinchazo.



Las piedras hacían que la marcha se hiciera muy lenta y, después de la aventura de ayer, teníamos muy pocas ganas de llegar otra vez de noche a nuestro destino, de modo que, preventivamente, tomamos la decisión de no parar a comer. A la salida de un pueblo vimos unas palmeras detrás de una casa y pensamos que podía ser un buen lugar para descansar unos minutos, hidratarnos y comer alguna de las barritas de chocolate que habíamos comprado en una de aquellas teleboutiques. Sin embargo, las cosas no siempre salen como las planeas y de aquella casa salió una señora a tender la ropa. Se alarmó un poco al ver nuestra presencia y yo le pregunté a ver si tenía algún problema en que estuviéramos allí.



Más calmada la señora respondió amablemente que no, lo cual me dio pie a preguntarle si tenía algo de pan.

  -pain?
 
Con la mano nos hizo un gesto de que esperáramos y en pocos segundos apareció un hombre vestido con vaqueros.
   -Voulez manger?- preguntó.
   -Ummm …(le miré a Juanjo)… Oui.


Nos indicó que pasáramos por la parte delantera de la casa y, descalzándonos previamente como él mismo hizo, entramos en su “salita”. Era una pequeña habitación cubierta de alfombras con unos cojines y una mesita en medio. A Said no le iban del todo mal las cosas por lo que no le faltaba un pequeño televisor con su parabólica.
Nos ofreció primero unos dátiles que nos vinieron de lujo para romper el hielo y reponer glucosa. Después, uno de sus hijos trajo una jofaina y una palangana de metal y nos fuimos lavando ritualmente las manos.

Asid nos presentó a Fátima, su hija pequeña de unos dos o tres años, y enseguida apareció sobre la mesa un Tagine de poulet y una enorme torta de pan recién sacada del horno envuelta en una manta. Todo aquello debía ser regado con una taza de agua pero nos hicimos los suecos, …como si no la hubiéramos visto, evitando tener que probarla tanto como ofenderle.

Mientras nos servía el té con mucha parafernalia nos contó que tenía un hermano en Barcelona, pero que él tenía un buen trabajo. Se dedicaba a la jardinería en Marrakech, Ouarzazate, Casablanca,… Más tarde nos contó que también hacía de camellero para los turistas en el desierto de M’hamid y que, incluso, había participado como figurante en algunas de las varias películas que se filmaron en los estudios de Ouarzazate.
Insistí en pagarle por su hospitalidad tanto como él en no admitir ni un solo Dirham, ni tan siquiera con la excusa de que le comprara alguna chuchería para Fátima. ¡qué gente!


A los pocos kilómetros se nos pegó un grupo de chiquillos que iba en bici a la escuela. Hammamid, de unos diez años, se puso paralelo a mí dándome una agradable charleta durante los diez minutos que tardamos en llegar a un pueblo -algo más grande que los demás- donde se encontraba la escuela.

Aterrizamos en Zagora a media tarde, bastante cansados, acortando por el laberinto de caminos que atraviesan el palmeral y apareciendo en la primeras casas a las afueras de la ciudad.
Al momento, se nos arrimó un chaval en moto que hablaba algo de español y nos quiso hacer de guía para encontrar un Hotel. De pronto, nos dimos con un edificio que ponía “Gare du Route”.

- Juanjo, espera! Esto debe ser la estación de autobuses.

Una de las razones por las que queríamos llegar pronto a Zagora era para encontrar algún tipo de transporte para ir a Merzouga al día siguiente.

Efectivamente era la estación de autobuses, aunque no se veía autobús alguno, sólo gente holgazaneando como en todos los lados. Me dijeron que salía un autobús todos los días a Rissani (una ciudad a 20 kilómetros de Merzouga); a las cinco de la mañana!


   -Touts les jours?
   -Oui, oui. Touts les jours.


Continuamos nuestro recorrido en busca de Hotel, pero el chaval de la moto nos llevó a uno que estaba a tomar por el c…  y, encima, no tenía internet. Le dijimos que no, …que de vuelta al centro pero, de camino, el chaval se pasó de largo un albergue que a mí me pareció que tenía buena pinta. Paré, pregunté a ver si tenían internet y, ante su respesta, voceé a Juanjo y al chaval al que seguíamos para que dieran la vuelta.

El albergue tenía un jardín interior precioso y nos dieron una habitación que era una especie de jaima con paredes de barro en medio del jardín. A su lado teníamos un aseo con ducha bastante aceptable.
Después de darnos una reparadora ducha y aprovechar para subir al blog la entrada anterior nos fuimos a dar una vuelta por el centro. Se notaba que era viernes (…digo yo) por la cantidad de gente que había por la calle, sentados en terrazas, tiendas, etc. Eso sí, lo que se dice turistas, al margen de un único autobús de extranjeros que vimos pasar, me dio la sensación de que éramos los únicos.
Insistimos al dueño del albergue para que evitara el Tagine o el Cous-cous para la cena. Preferíamos unos simples espaguettis o arroz.

   -Oui. No problema.



A las 4 y media de la mañana salíamos con nuestras bicis en dirección a la Gare du Route. Las 5, …las 5 y media, …ya nos había comentado Bicipoli que son bastante informales con esto de la puntualidad, pero lo que más nos mosqueaba era estar absolutamente solos allí.
Después de preguntar, repreguntar y escuchar contradictorias sandeces de todo pelo, parece que el autobús de las cinq a Rissani, definitivamente, hoy no sale.



Son las siete de la mañana y hemos conseguido montarnos en una furgoneta que nos llevará a Tazzarine, una ciudad a medio camino en la ruta hacia Rissani. Parece que después podremos encontrar otro transporte hasta nuestro destino, …vete tú a saber!
Estamos aprovechando este movidito viaje para escribir las líneas que acabáis de leer sin saber demasiado bien cuándo las vamos a poder subir, ni dónde vamos a acabar el día de hoy.
… con un poco de suerte, el sujeto que llevo a mi derecha (… va sentado en un taburete en medio del pasillo) me deja estirar un pohíto el codo para poder poner punto final a esta entrada, …como siga entrando gente voy a tener que dejar sentar a alguna señora sobre mis rodillas…




Descargar Track Aetaret-Zagora





9 comentarios:

  1. Joder, parece que lo estáis pasando bien después de todo

    Todo un placer leeros, puesto que me hacéis un poco participe de vuestra aventura.

    Disfrutad de cada momento.

    Besos
    Kamp

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  2. Juanjo lo dicho el Berriz vuelve por la senda de la victoria 2-0 al galdakao.Espero que todo vaya bien y esteis disfrutando de la aventura.Saludos Patxi.

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  3. Espero que consigáis llegar a vuestro destino y si no, no importa, mas aventura. .... Mientras el cuerpo aguante...., me ha encantado lo del concierto, que pena que no lleváis video para inmortalizar el momento. A estas alturas ya el idioma no es un problema para hacer amigos. Os leo todos los días. Un beso de parte de vuestros sobrinos.

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  4. Bueno ya se os vé dominando totalmente la situación y la improbisación, así que los evidiosos-ruines tendremos que consolarnos con seguir las andanzas con envidia insana. Esperamos la siguiente entrada y nada de aceptar aljamiento sin internet, con "cucas" pase pero sin internet ni hablar.

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  5. Las furgonetas esas o "Mini-bus", tambien tienen aire acondicionado, "A condicion de llevar la puerta abierta-", je,je...Un saludo amigos

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  6. Miguel A. Hernandez20 de marzo de 2011, 13:18

    Juanjo el River pierde otros tres puntos y se pone el tercero detrás de el Amorebieta.
    Otra mala noticia, el Athletic pierde en casa con el Villareal.
    Bieeeen mañana lunes y al trabajo.Todo una mierda. La próxima vez me voy con vosotros.

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  7. ¡¡¡Bonito día habéis contado!!!. A parte de los paisajes y colores, una de las cosas mejores de los viajes como el que estáis haciendo (y que no se hace cuando viajas en plan turista con agencia), es lo de contactar con gente del lugar, comer en su casa y recibir su hospitalidad sin que te conozcan de nada. Aquí, ese tipo de acogida es impensable.
    ¡¡¡¡Qué envidia me estáis dando!!! Sobre todo cuando mañana es lunes y toca currar ,-/

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  8. La imagen de salir de detrás de una palmera para pedir a una señora un poco de pan me ha impresionado un poco, parece sacada de una película de esas en que solo se ve pobreza y miseria. No se como os estaréis cuidando, sobre todo que después de una paliza en la bici os conforméis con unas barritas de chocolate. No hagáis locuras que cuando volváis solo se os va a ver ojos y pellejo.

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  9. Dicen que hoy de nuevo manifestaciones en las ciudades de Marruecos convocadas por los jóvenes Mvto. 20 febrero. Tranquilas y sin la represión de la semana pasada.
    Por aquí fin de semana de subidita a Pagasarri y hoy carrera contra el racismo por el paseo de la ría.
    A seguir bien. Muxuk

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