viernes, 18 de marzo de 2011

17-mar.- Luz de luna


Después de enseñarnos el antiguo pueblo y Kasbah de Tamnougalt, Hassan (otro Hassan) nos apuntó en un papel el nombre del pueblo donde un familiar suyo, Moroh Air Abdou, nos daría alojamiento esta noche. Con la ayuda de Caroline, una parisina de rasgos asiáticos amiga suya, negociamos incluso el precio, 140 Dirhams (unos 12 euros) por dormir, cenar y desayunar. Ya estaba cayendo el sol pero la pista que nos traía desde Adgdaz tenía una ligera capa de asfalto de modo que nos pareció viable recorrer los 25 kilómetros que nos distanciaban de ese pueblo antes de que se hiciera de noche.

Sin embargo, a poco menos de 7 kilómetros de empezar, el asfalto desapareció por completo dejando via libre a las piedras. -Glups!




Atravesamos cinco o seis aldeas sin dejar de recibir saludos por parte de niños y mayores que se quedaban estupefactos al ver pasar dos chalados en bici a esas horas, pero el hecho de ver gente nos tranquilizaba porque aprovechábamos para preguntarles continuamente si llevábamos la dirección correcta hacia Aetaret. Aún así, en alguna bifurcación tuvimos que recurrir al GPS y a los tracks de "bicipoli" para elegir el camino correcto y no perder aún más tiempo.
Con todo, aquello no fue suficiente para evitar que empezamos a agobiarnos cuando las luces frontales de nuestras bicis comenzaron a ser imprescindibles para iluminar el camino quedándonos aún más de nueve kilómetros.

El desconcierto aumentó por minutos al preguntar varias veces en el último pueblo que atravesamos.
  -Quedan cinq kilomètres, nos dijo un chaval. El siguiente al que preguntamos nos dijo -douze.
  -¡Ostias! Doce? Imposible llegar. Y, es que, además de todo eso, ya llevábamos casi 100 kilómetros sobre nuestras piernas...

Salimos del pueblo y recorrinos un par de kilómetros más en una oscuridad casi total, pero varios cruces de caminos nos hicieron dudar sobre la dirección correcta. De repente, dos focos delante nuestro delataron al único coche que pudimos ver en todo este último trayecto. Le hicimos señas con las manos para que se detuviera.

  -Excusez moi! Le village du Aetaret?
  -Oui. Continuez deux cent mètres, et la première mâison à droite.


  -Por fin!


Un chaval en bici nos acompañó por el interior de un palmeral y nos llevó donde no se veía más que una pequeña jaima y la silueta de la torre de una kasbah que, iluminada tenuemente por la luz de la luna, se recortaba mágicamente contra el negro cielo.

Enseguida se arremolinaron media docena de hombres y, ayudados por la linterna de la bici, les enseñamos el papel donde llevábamos apuntado el nombre de nuestro contacto, Moroh Air Abdou.
Cuando nos contestaron que no con la cabeza creí que me daba un patatús.
  -pero vamos a ver! ¿esto no es Aetaret?
  -oui, pero no Moroh Air Abdou.
  -¿cómo? ¿acaso hay otro Aetaret más adelante?
  -No. Esto es Aetaret, pero Moroh Air Abdou no está, se ha ido a un festival.
 
*
 
La mañana había empezado de manera perfecta. Aprovechamos el desayuno para subir al blog la entrada anterior y nos dedicamos a preparar las alforjas y sujetarlas a las parrillas de las bicis. Al final, eran más de las diez, pero Alá nos había regalado un precioso día completamente despejado, templado y, sobretodo, sin el horrible viento que nos había acompañado toda la tarde anterior.


67 kilómetros separan Ouarzazate (nuestro punto de partida) de Agdz, a donde queríamos llegar a comer. El paisaje es absolutamente desértico, pero sin arena. Sólo rocas, y más rocas. Algo muy parecido a las Cañadas del Teide, pero con la blanca cordillera del Atlas decorando el horizonte a nuestras espaldas. Los 40 primeros kilómetros fueron de subida continua con unos cuantos tramos de pendiente bastante pronunciada, al menos para unas bicis tan cargadas como las nuestras pero, a unos 1600 metros de altitud, la carretera cambió de vertiente e iniciamos un vertiginoso descenso hasta Agdz.

Una vez más Tagine y cous-cous para comer, pero yo ya había localizado a alguien que nos invitara a tomar el té después de comer. Rachid. Auténtico buscavidas, músico y vendemantas.

Entramos en la tienda de Rachid y nos sentamos a tomar el té que nos había preparado Ahmed, su tío. Aunque Rachid no quiso dejar pasar la oportunidad de colocarnos alguna de sus "joyas" (colgantes, platos de ébano, etc. ... -todo beduino auténtico, a mitad de precio que en Marrakech) la conversación enseguida se desvió hacia otros derroteros, La Espagne, las fiestas con sus amigos,... e insistió varias veces en que nos quedáramos a dormir en su casa.

  -Merci beaucoup, Rachid, pero vamos a tratar de ganar 15 ó 20 kilómetros en dirección a Zagora.
  -Ok, pero la próxima vez que vengáis -que vendréis- os quedaréis a dormir en mi casa y celebraremos una fiesta con mis amigos. Eso sí, venid en coche para poder traerme una botella de vino, ...tinto, Ok? 





Rachid y otro amigo suyo que apareció por su tienda y que hablaba algo de español nos indicaron el lugar por donde salir de Agdz y tomar la pista hacia Zagora evitando la carretera. Además Rachid nos apuntó su email para que le enviáramos las fotos que nos habíamos sacado y el teléfono de un contacto para cuando lleguemos a Merzouga, el desierto de la Coca-Cola, como él lo denominó, por la cantidad de turistas que nos encontraremos. 


No habíamos recorrido más de 8 kilómetros cuando dimos con una preciosa Kasbah. Paramos para fotografiarla y enseguida apareció Hassan para ofrecernos una visita guiada por 40 Dirhams (menos de 4 Euros). Caroline, la parisina de rasgos asiáticos, se quedaría vigilando nuestra bicis durante los veinte minutos que duraría la visita. Al final fueron casi cuarenta los minutos que tardamos en recorrer y fotografiar el pueblo y visitar el interior de la kasbah, pero mereció la pena, fue impresionante. ...ya veréis las fotos.






Nos despedimos cordialmente de Hassan y Caroline para dirigirnos sin perder más tiempo a Aetaret, en busca de la casa de Moroh Air Abdou, donde pasaríamos la noche.


                                                      *


 
Sumidos en la negra espesura, bajo aquel denso palmeral, nos vimos obligados a pedir asilo a alguna de aquellas personas que nos dieron la inquietante noticia de que nuestro contacto, Moroh Air Abdou, estaba missing.

Enseguida, un hombre con turbante nos guió hacia una Riad. Un pequeño patio interior y una sala con unas cuantas mesitas donde 4 francesitas tocaban una guitarra española.

Tratamos de ajustar el precio con Hassan (tambén se llama así el propietario de la Riad) pero no conseguimos bajar de los 400 Dirhams por la cena, el desayuno y el alojamiento (los dos, claro).

Hoy nos toca dormir en un horrible camastro donde estrenamos nuestro saco de seda y -como bien apunta mi madre- mi indispensable almohada, pero al menos hemos encontrado un sitio donde pasar la noche; y las francesitas, que al final no eran 4 chicas sino 5 parejas, nos amenizaron la velada con una orquesta de viento y percusión al completo.

El punto exótico lo puso un anciano bereber que se arrancó a canturrear fandangos (o algo parecido) durante más de diez minutos acompañado por toda la percusión que llevaban los franceses. Inolvidable.

Hassan nos ha prometido -nosecómo- una conexión a internet para mañana por la mañana (... a ver si entonces podemos subir esta entrada). Luego, aprovecharemos para ver con la luz del día la Riad y la kasbah donde nos encontramos antes de ponernos en marcha hacia Zagora, a donde queremos llegar a dormir.




Descargar Track Ouarzazate-Aetaret






10 comentarios:

  1. Uuuuuyyyy se os han puesto de corbata eh?
    Bueno con el fiestón de después todo olvidado.

    No sabeis la envidia que me estais dando pero de la mala mala gggrrrr
    Un beso para los dos
    Koko cuidamelo y devuelvemelo como te lo dejé.
    Juanjete controla a mi hermano que se emociona y se le va la olla

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  2. ¡Bueno, está claro que tenéis unas tablas que paké! No te preocupes, Ana, que a éstos no les pasa nada ni queriendo, ¡vaya par de buscavidas están hechos, jeje...! ;')

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  3. Bicipoli,

    Nos estan viniendo tus tracks ... que ni te cuento. Es una pena que no hubiérais pasado por Rissani, Merzouga o Erfoud. Los echaré de menos.

    ... por cierto, creo que el mes que viene estás otra vez por aquí con cuatro amigos, no?

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  4. Bueno ya empieza la salsa, hoy mejor que ayer (menos poesía y más "anedotillas") y esperemos que peor que mañana. Nos falta algo de averías mecánicas, problemas intestinales de los efectos de tanto cuscus con tahiné servido por Hassan (si estás escondido en el garaje de casa haciendote pasar por viajero podías haber aprendido algún nombre más de persona y de comida)y algún comentario adicional sobre bomberadas con el idioma. Es lo que necesitamos para estar difrutando a tope.

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  5. Bueno ya veo que lo estáis pasando bien eh?????
    Mañana quiero ser el primero en felicitarte por tu santo.Un beso muy fuerte. Ya te diré como va el athletic.

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  6. ¡Ya van surgiendo momentos de los que se quedan en el recuerdo para toda la vida! No ha hecho más que empezar y la cosa se pone cada vez más chula. Y nosotros con los dientes cada vez más largos. A seguir gozándola.

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  7. Un verdadero placer leeros, lo he pasado genial con la narración de la aventurilla que habéis tenido,incluyendo el acojone. Y no me extraña ya que si estas agotado, en un país extraño, el pleno pedregal solitario, de noche y con la más que probable perspectiva de dormir en pleno desierto, con un saco de seda qué no tiene pinta de abrigar ná, con una piedra como almohada y con un posible escorpión de compañero de cama (glupps!!!), yo también los tendría de corbata.
    Que sepáis que lo de las francesas y el concierto de viento y percusión lo habíamos preparado desde aquí para animaros un poco tras tan arduo día ;-)
    Seguiremos atentos vuestro camino. ¡¡¡Disfrutad!!!.
    Un beso.

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  8. Un saludo amigos, os sigo dia a dia en este vuestro bonito blog, me alegro el que los tracks os sirvan, sana envidia siento al recordar aquellos parajes y como no sus gentes, este años me es imposible ir, no asi mi amigo Juanma quien al ser un gran enamorado del pais hace que todos los años pise esa tierra unas cuatro o cinco veces, suerte amigos, no dejar de escribir, pues veo que somos muchos los seguidores que estamos entusiasmados con vuestra aventura.

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  9. Hola pareja!
    ¡Qué experiencia tan emocionante! Disfrutar del momento pero sin hacer burradas.Suerte y os seguiremos en vuestra aventura.
    Javier Cespa

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  10. Oscar Ramos "Culebrillas"20 de marzo de 2011, 1:30

    Iñaki. Y decias que querias llegar pronto a los sitios para turistear y descansar....jajajaja. Pobre del cuñao que credulo el confiaba en ti y en tu "buen criterio". Como se nota que no hace enduro contigo...
    Esta genial la aventura, me alegro mucho y os ire siguiendo.
    Un fuerte abrazo.

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